
Sobre el cumpleaños en el que descubrí el descomunal papel que habían jugado Las mañanitas en mi aceptación del paso del tiempo
Ayer cumplí treinta y dos años. Llegué a una edad que ni siquiera se dice tan fácil; pero ahora que lo pienso pasa lo mismo con veintidós y no me sentía igual. Son treinta más dos otros que bien podrían