El erotismo es una afirmación de la vida: un decir sí.
Si comenzamos por esta premisa; si afirmamos que el erotismo se alimenta de la realización del puro placer de existir, entonces, inmediatamente nos reconocemos y aceptamos como seres en busca de erotismo; o más preciso aún, seres eróticos en busca del sentido y el motor de su vida.
Seres deseando experimentar y reafirmar la vida que habita dentro de cada experiencia y grito de placer; de unión con el todo, con eso que nos representa el misterio de la vida y que está siempre renovándose: naciendo y muriendo.
Creo, que como seres conscientes, son varias las tareas que nos atañen profundamente; entre ellas sobrevivir. Sin embargo, la más importante es, encontrarle un sentido a nuestra existencia a través de una realización erótica plena y festiva.
Es por eso que somos seres eróticos; porque estamos vivos, porque debajo del miedo, habita en nosotros un poderoso impulso creativo; una fuerza de vida que nos mantiene aquí, luchando, buscando y anhelando sentir.
¿Qué es el erotismo?
“Se coja por el lado que se quiera el problema de lo erótico, se queda uno con la sensación de haberlo abordado de una forma muy parcial; pero sobre todo cuando se ha tratado con los medios de la lógica, o sea, desde su aspecto exterior” – Lou Andreas–Salomé
Hay varias formas y maneras de aproximarnos al erotismo. Para mí, lo más importante es:
Desmitificar que lo genital está al centro del erotismo y reafirmar que el erotismo está al centro de nuestras vidas, para así adentrarnos abiertamente en el discurso de la sexualidad y del erotismo, lo cual nos ayudará a ver y vernos con otros ojos. A resignificar nuestra relación con el cuerpo y las ideas consuetudinarias de tal forma que no pueda sino promover entendimiento y libertad.
El erotismo es una pulsión de vida que deleita a los sentidos. El momento erótico es aquel que nos hace estremecer y olvidarnos de nosotros mismos por una fracción de segundos. Es un instante de luz o de oscuridad plena, de fusión, de unión con el todo.
Es una forma distinta de sentir al mundo; de vivir. Un camino hacia la plenitud, la felicidad y la conexión.
Por que, ¿qué es, realmente la felicidad?; esa palabra casi tan desgastada como «amor» que a pesar de que quiere, ya no puede decir gran cosa. La felicidad, hoy en día, se confunde con una foto planeada para las redes sociales o un curso de autoestima dado por un maestro al que no le importa quien eres; la felicidad está ahí, esperándote dentro de libros de autoayuda mal acomodados en el Sanborns de la esquina.
A la mierda con la felicidad de bolsillo. Hay que entender la felicidad, el gozo, el erotismo, lo místico y lo poético como muestras fugaces de lo continuo; de aquello que nos une con el cosmos y por un momento nos permite olvidar que somos seres finitos y que sí, aunque duela, habremos de morir.
Ahí radica su mayor fuerza; porque todo lo que no es vida, es muerte y es, justamente, la consciencia de muerte, de ser seres finitos, la que nos permite abrirnos y reconocer momentos de conexión que van más allá de nuestro cuerpo físico. Esto es lo que hace clara la diferencia y oposición entre el erotismo y la sexualidad animal.
El erotismo pone la vida interior en evidencia.
Es importante notar, que el cuerpo no deja de ser aquello que nos sostiene, nuestro vehículo (como le dicen), ya que es nuestra manera de manifestarnos como seres mortales. El contacto con el erotismo nos permite un retorno a la consciencia continua del mundo; es una afirmación absoluta; el decir sí.
Los instantes en que esto se experimenta representan el momento en que una existencia se justifica por sí misma.
Esa es mi propuesta…
Entender el erotismo como un motor de vida y descentralizarlo de lo puramente genital. Cambiar nuestra manera de ver y sentir el mundo, por ende de ver y sentirnos a nosotros mismos.
Abrir las puertas, no a la felicidad panfletaria, sino a una existencia llena de momentos cúspide, de pequeños orgasmos de vida en los cuales nada tiene que cobrar sentido porque todo está bien exactamente como está; finito y al mismo tiempo eterno.
Aspirar a una vida regida por una búsqueda consciente de erotismo.
De placer, de despertar consciente; de sensorialidad y verdadera comunicación con el otro, porque, como bien decía Bataille, el erotismo es antes que todo, un ejercicio de comunicación.
“El placer físico debiera abrir las puertas a los procesos psíquicos: la puerta hacia el íntimo yo que no quiere perderse, hacia aquellos valiosos dones de persona a persona que una vez otorgados no pueden volver a quitarse porque son uno mismo. “ Lou Andreas-Salomé
Propongo aspirar y profundizar en un contacto que vaya más allá de la carne y de la cotidianidad; abrirnos a la experiencia mística que nos conecta con un todo que habita fuera de nuestros nuestros bordes. Un erotismo sagrado que sustituye nuestro aislamiento físico, por un sentimiento de continuidad profunda.
Por Eda Sofía C.B.
Texto publicado anteriormente en Rinoceronte Blanco
All these incredible collage pieces are work of -and owned by- Kerstin Stephan
Bibliografía que me ha ayudado a formar mi propuesta, y la cuál uso para el taller de Literatura Erótica
De estudio y análisis
- El collar de la paloma | Ibn Hazim de Córdoba
- Estudio sobre el amor | Ortega y Gasset
- Erotismo | Bataille
- La felicidad, el erotismo y la literatura | Georges Bataille
- Erotismo | Francesco Alberoni
- Teoría del cuerpo enamorado | Michel Onfray
- El arte de amar | Erich Fromm
Literatura
- Cobra | Severo Sarduy
- El gran ratón dorado | Marosa di Giorgio
- El amante | Marguerite Duras
- El collar de la paloma | Ibn Hazm de Córdoba
- Las edades de Lulú| Almudena Grandes
- Dafnis y Cloe | Longo de Lesbos
- Sed de mar | Esther Seligson
- Tras tres hijas de su madre | Pierre Louÿs
- Farabeuf | Salvador Elizondo
- La Condesa Sangrienta | Alejandra Pizarnik
- La historia del ojo | Bataille
- La mujer de arena | Kōbō Abe
- El vampiro de la colonia Roma | Luis Zapata